jueves, 7 de octubre de 2010

INTRODUCCION


La cultura es el rasgo característico que identifica a cada comunidad humana. El término cultura se usa para detonar la manera en la que un grupo de personas vive, piensa, siente, se organiza y comparte la vida con todas las manifestaciones y expresiones de cultura.  Tanto los aspectos materiales: ,el arte, artesanías, tecnología como los inmateriales: valores, actitudes, creencias de la cultura son elementos esenciales de la vida humana y constituyen el marco dentro del que funcionan las comunidades al dar significado común, función interpretativa y una valoración común a sus actitudes económicas, sociales y religiosas; “los símbolos culturales se generan en cualquier parte y en cualquier momento y hay relativamente pocas limitaciones materiales para su producción y reproducción” (Walters, 1995, 9 citado por Tomlinson. 1999, 26). La cultura de los seres humanos es única entre todas las culturas del reino animal, por su capacidad para criar y sustentar su propia cultura en una sociedad, la cultura es por lo tanto un resultado total de la invención social y debe considerarse como una herencia social ya que se transmite con respecto a cada generación.

En la actualidad, los grandes avances tecnológicos, así como la aceleración económica y la gran rapidez en la transmisión en los medios de comunicación han logrado derribar en gran parte las barreras limítrofes para dar paso a grandes mercados logrando la expansión de grandes consorcios así como también genera una acelera una aceleración entre el intercambio comercial entre diferentes naciones.
Dicho intercambio facilitado por la alta tecnología y las nuevas redes de “conectividad compleja” que tienen lugar hoy (Tomlinson 1999, p 25) son elaboraciones contemporáneas de lo que en realidad es una actividad muy básica: la comunicación humana. Aunque las tecnologías de información han acelerado y alterado tremendamente algunas de las formas en que los seres humanos se comunican entre sí, las motivaciones detrás de estas prácticas significativas que las personas realizan en orden de construir sus mundos sociales y culturales, se mantienen fundamentalmente inalterables.  

La globalización modifica la forma en que conceptuamos la cultura ya que su penetración es multiforme en las localidades que irrumpe  ya que interactúa con diversos significados locales, socavando el modo de pensar, asociado con la cultura y la solidez de dicha localidad. (Tomlinson 1999, p 33).  Por tanto,  globalización es manifiesta diferente por la forma en que influye sobre las culturas locales, así como en la forma en que se ve afectada por la cultura local, porque los procesos suceden con una rapidez distinta en cada uno de los países del mundo.  “La cultura es intrínsecamente más globalizadora por la facilidad de expansión de las relaciones que se le asocian y por la inherente movilidad de las formas y los productos culturales” (Tomlinson J. 2001, 26).  

Dentro de este fenómeno, la cultura ha tenido un nuevo acceso al consumismo a través de la música, los usos y costumbres, la ropa, las que practican en los países globalizadores así como también el consumismo cultural el cual consiste en viajar por los diferentes países y extraer diversos bienes que existen en cuanto al ámbito cultural.  Su naturaleza reflexiva se manifiesta en la facilidad como la cultura  asimila información y se reformulando o adapta sus prácticas sociales de acuerdo a la información que han adquirido gracias a la conectividad compleja existente.

La idea de que la cultura globalizada es híbrida nace del concepto de desterritorialización debido al creciente tráfico entre culturas que origina la globalización lo que permite la desaparición parcial del vínculo entre cultura y localidad además de permitir  una mezcla o fusión de elementos y características que dan origen a nuevas y complejas formas de culturas híbridas (Tomlinson 1999,  p 167).  Las versiones de Rushdie y García Canclini concuerdan en afirmar que la hibridez es una mezcla  de culturas provenientes de diversos territorios y provocada por el permanente tráfico de culturas en el que los procesos de migración, generados por la modernidad global, son los principales autores.
Trataré de analizar diversos ejemplos de hibridación cultural que se han hecho presentes en nuestro país como prueba de que en Ecuador el fenómeno multidimensional de la globalización está presente en comportamientos, hábitos y actitudes que ahora forman parte de nuestra cotidianeidad.

http://www.youtube.com/watch?v=p68Sh-ShkyA&feature=related

Fuente: 
Tomlinson. J. Globalización y Cultura, Oxford University Press Mexico, Editorial Mexicana 1999, p 25,26, 167.

FAST FOOD

El concepto comida rápida, conocido también como fast food, es un estilo de alimentación donde el alimento se prepara y sirve para consumir rápidamente en establecimientosespecializados, generalmente callejeros o de pie en la calle. La modificación del hábito alimenticio se produjo por el constante incremento del ritmo de vida que en las personas han adquirido al realizar todas sus actividades dentro de las grandes urbes en una batalla continua contra el reloj y el pasar de las horas. 

Un ejemplo de esto lo constituye el perro caliente o hot dog, es un sándwich con una salchicha que puede ser de tipo Frankfurt o vienesa, hervida o frita y servida en un pan con forma alargada, suele acompañarse con algún aderezo como puede ser: el salsa de tomate, mostaza, mayonesa… Por la expansión de este tipo de alimento que está asociado a la agitada vida moderna, el tipo de salchicha empleado en la elaboración del perrito puede diferir según los gustos, la región, el arte del cocinero y los ingredientes disponibles del lugar.  Sin embargo, el concepto de comida rápida = vida agitada es el mismo, en Estados Unidos, Europa, Asia o América latina.  El hot dog es, según muchos autores, una invención de la culinaria estadounidense, al igual que lo es la hamburguesa (a pesar que su verdadero orígen es Hamburgo) y otros inventos asociados a la vida agitada en aras del desarrollo. El hot dog se ha divulgado enormemente a lo largo de todo el mundo durante comienzos del siglo XX y el Ecuador no es la excepción ya que constituye un alimento que puede encontrarse en casi todas las calles de las ciudades.  Debido al fenómeno de globalización este producto es muy popular en nuestro país  obviamente con sus modificaciones y adaptaciones a la ecuatoriana, por ejemplo, se ha agregado papitas chips trituradas, ají y la famosa salsa de piña característica de “Los hot dog de la Gonzales Suárez”.  Un negocio que surgió hace 12 años cuyo nombre tomó de la avenida del primer local, gracias a la visión de Luis Briones quien, con base en su trabajo y esfuerzo, creó uno de los lugares más conocidos de Quito que ofrece los hot dogs más suculentos de la ciudad de Quito.

La idea de hibridación cultural es algo aparentemente simple de comprender ya que hablamos de una mezcla, combinación o mestizaje.  Sin embargo,  al detenernos a analizar casos específicos, nos daremos cuenta que poseen un gran número de connotaciones que dificultan su análisis ya que los resultados de la hibridación pueden ser muy diversos unos con otros por el simple hecho que la cultura es muy dinámica y está ampliamente influenciada por diversos estímulos globalizadores.

 “Los Adobes”, “El Palacio de Menudo”, “Las menestras del Negro”, “Los Motes de la Magdalena” que constituyen un cadenas de restaurantes de comida típica ecuatoriana, bajo el formato de fast food.    Encontramos varios de sus locales en  patios de comidas de centros comerciales  donde se concentra gente a consumir algo tradicional de su cultura.  Podemos darnos cuenta que la gente nos  muestra su apego a la identidad cultural con respecto a sus preferencias alimenticias; sin embargo ellas son las que se han adaptado al vertiginoso ritmo de vida actual adoptando el concepto fast food.

“… la experiencia híbrida es cada vez más la experiencia global” palabras de García Canclini que calzan en estos ejemplos de hibridación,  tomemos este ícono alimenticio de la cultura estadounidense que rebasó sus fronteras gracias a la economía cultural transnacional,  se desterritorializó, pero al mismo tiempo, cumpliendo su característica de vaivén logra re-territorializarse o afianzarse en nuestras formas culturales, modificando las costumbres alimenticias, adaptándose rápidamente al consumismo y preferencia local.   Así también, los productos tradicionales ecuatorianos se han adaptado a los modelos internacionales de consumo a fin de satisfacer la demanda local en conseguir un servicio rápido alimentación, apegado a las costumbres alimenticias locales.

EL SPANGLISH

En el universo de la palabra, sea hablada o escrita, existe un fenómeno de influencias, mezclas y hibridaciones léxicas donde intervienen factores tales como la vecindad de poblaciones de diferente idioma, la influencia social, económica de las multinacionales, el consumo de la moda, artículos extranjeros,  como una forma cultural permanente y la indiscutible acción de los medios de comunicación masiva, etc.  El spanglish es la fusión morfosintáctica y semántica del español con el inglés, este fenómeno lingüístico de combinar dos o más idiomas no es nuevo en América; en las Antillas holandesas, se habla el papiamento, que es una mezcla de holandés inglés, español y términos africanos llevados por los esclavos. En la actualidad el papiamento se le reconoce como idioma en Aruba y Curazao, existen diccionarios, libros y es de uso común en estas islas del Caribe. No es difícil asociar el uso de extranjerismos a la penetración pasiva de una cultura poderosa en el seno de otras más débiles o permeables. Así lo entendieron autores tales como Emilio Lorenzo, que escribió sobre la proliferación de anglicismos en España en el año 1955 convirtiéndose en un referente en este tema relativamente nuevo.

El spanglish es un idioma híbrido, no es de uso oficial, sino más bien de uso coloquial, creado por la supresión de las diferencias nacionales o regionales, por el acelerado incremento de la intercomunicación entre países, en medio la diversas formas de comunicación internacional. En la actualidad, lo que se comparte en Latinoamérica proviene de la globalización comercial, promotora del ingreso a la modernidad o la posmodernidad. Entre las ofertas de esta globalización hay modos de vestir, estilos de lenguaje y métodos para la conversación; por esta razón se puede más o menos afirmar que en América Latina se habla espanglish, se continuará haciendo uso de este dialecto y seguramente se transformará en idioma como lo hizo en su momento el papiamento. En gran medida, Latinoamérica, ha sido absorbida por la cultura dominante de la potencia del Norte y esto se ha transparentado también en el lenguaje. Para algunos autores se trata de un movimiento natural y evolutivo donde se gestan los códigos de las lenguas futuras; para otros, en cambio, manifiesta la degradación de las lenguas puras o el despotismo del poder de un sistema que pone por delante el mercado, por sobre todas las cosas. “Una diferencia esencial eral la confianza de las comunidades antiguas en el carácter peculiarmente sagrado de sus lenguas y por ende sus ideas acerca de la admisión a la comunidad” (Anderson, p 31).

Desde que los latinoamericanos dejamos de: enviar correos y empezamos a enviar mails, los almuerzos se llamaron lunch, compramos tickets, CD's (léase cidís), comemos sándwiches, etc., nuestro continente latinoamericano ya no es el mismo… Ahora es mucho más moderno. Nadie es realmente moderno si no dice al menos 100 palabras en inglés al día. Las cosas en otro idioma, después de todo nos suenan mucho mejor. “ Es posible que nada haya precipitado esta búsqueda en mayor medida, ni la haya hecho más fructífera, que el capitalismo impreso el que permitió que un número rápidamente creciente de personas pensaran acerca de sí mismos, y se relacionaran con otros, en formas profundamente nuevas”(Anderson p.62).

Libertad de la expresión no encuentra barreras significativas en la diversidad lingüística del planeta y que, aunque las presiones culturales y las coyunturas de la política internacional estén ejerciendo presión sobre el colectivo cultural de nuestra gente, la plástica del lenguaje no deja de ser una manifestación nítida de nuestras formas de pensar y de vivir.

Fuente:
Anderson B., Comunidades Imaginadas, Febrero 1991. p 31, 62.

CULTURA LIGHT

El término light, que significa “ligero”, nació en los años 80’s en Estados Unidos. Al principio se relacionó con el “jogging” y la vida de gimnasio pero, aplicado a la vida, da como resultado el mensaje de que: todo es ligero, descafeinado, edulcorado... lo que refleja el modelo de vida actual. La cultura light se encuentra en el inválido que pide ayuda económica, en el flyer que dan en la calle, en los posters, en los souvenirs, en el mundo... bailar porque es la mejor manera de perder peso, dejar el alcohol porqué mata muchas neuronas, aprender inglés para conseguir un mejor trabajo, hacerse vegetariano para que tu organismo funcione mejor; aprendemos música clásica mientras vemos los comerciales y aprendemos, geografía, historia y ciencia en el Discovery Channel.   La regla de lo light es la sistemática omisión de lo pertinente: cigarro sin nicotina, café sin cafeína, azúcar sin azúcar, música sin música, o sea ambiente musical. Todo lo sistemáticamente privado de sí mismo es light. Por ello el material light es el plástico, el alimento light el chicle, la obra literaria light el bestseller, el eufemismo la figura retórica light.  

Fenómenos como la anorexia y la bulimia nerviosa ponen de manifiesto el alto grado de insatisfacción que padecen los individuos en las sociedades occidentales. La cultura de la delgadez ha logrado que nuestra mirada se vaya estrechando hasta tal punto, que podríamos decir que las sociedades occidentales actuales son lipófobas, sociedades que generan y extienden una fobia, un odio a la grasa y por ende a todo aquel o aquella que la porta.  Las imposiciones estéticas actuales se han expresado mayormente sobre el cuerpo de las mujeres, hecho que ha supuesto graves perjuicios no sólo para la salud física y emocional de las mujeres, sino para la visión de ellas ante sí y ante una sociedad que les sigue exigiendo ser un adorno.  Buena esposa, buena madre, competente profesional, con inquietudes, pero además con una sonrisa perfecta, siempre joven, flaca y sin celulitis. El concepto de belleza a partir del siglo XX equivale a la extrema delgadez y a la juventud, un concepto poco alcanzable y menos saludable. La belleza es un concepto que va más allá de lo puramente estético, va a definir en gran medida nuestra visión del mundo y nuestra manera de relacionarnos con él, implica aquello que consideramos bello, hermoso, eterno en nuestra memoria y, por lo tanto,  merecedor de amar y conservar.

La cultura ligth se produce dentro de un proceso de norteamericanización del estilo de vida. La “aldea global made in USA” ha configurado a escala mundial un “modelo global de modernización”, y un esquema de valores y comportamientos que en lo cultural se expresa en esta cultura light.  Esta cultura light está organizada como cultura de masas y la forma industrialmente concebida es el espectáculo.   Todo esto posibilita la configuración de un modelo cultural o estilo de vida que crea las condiciones para una mayor dominación ideológico-cultural..., instancia mediatizadora por excelencia para introyectar los valores afines al modelo económico americano.

Podemos darnos cuenta como la cultura light producto del consumismo actual,  donde la satisfacción y el sentirse bien esta por arriba de la necesidad, se ha introducido en nuestras culturas tradicionales modificando nuestras conductas y preferencias, en especial alimenticias y estéticas.  Antes algunos productos comestibles eran considerados inusuales pero hoy “…se venden en masa como alimentos familiares cotidianos” (Tomlinson, p 143).  Es clara la evidencia de hibridación cultural alimenticia en la que nuestra comida típica que de por sí, es muy elevada en porcentajes calóricos, es muchas veces modificada a fin de adaptarse a la cultura light que hemos analizado.  Un buen plato de conchitas asadas, es posible conseguirlo “tipo light” en algunas marisquerías de Quito.  La costumbre actual de los ecuatorianos es consumir un plato de fritada con llapingachos, plátano maduro fritos en manteca de cerdo, mote y chicharrón, frecuentemente combinado con una bebida baja en calorías, claro ejemplo de la cultura light fusionada con la cultura tradicional alimenticia ecuatoriana.
   


Fuente: 
* Chávez I. La cultura light y la influencia en los cristianos, OCT 06 2010
    http://obrerofiel.s3.amazonaws.com/apologetica/pdf/La%20cultura%20light%20y%20su%20influencia%20en%20cristianos.pdf

* Tomlinson. J. Globalización y Cultura, Oxford University Press Mexico,
    Editorial Mexicana 1999, p 143.

LOS GRAFITIS

Las culturas urbanas cada día tienen mayor acogida dentro de las nuevas sociedades, los espacios públicos, antes rechazados por los artistas, son utilizados cada día con mayor afluencia, la razón se debe a la popularización de la cultura.  Las personas pueden acceder a muestras culturales sin tener la necesidad de entrar a los museos o sitios que antes se los pensaba específicamente para la exposición de las obras de arte.  Entre estas nuevas formas culturales, podemos destacar a los grafitis que diariamente utilizan mayores espacios públicos para exponer su arte plasmando ideas en las paredes de las ciudades.

Todo inició a finales de los sesenta cuando los adolescentes en la ciudad de Nueva York empezaron a escribir sus nombres en las paredes de sus barrios, aunque en realidad utilizaban pseudónimos, creándose así una identidad propia en la calle. Estos chicos escribían para sus amigos o incluso para sus enemigos. Quizás el ejemplo más significativo y a la vez el más conocido por todos sea el de Taki 183, un chico de origen griego que a la edad de 17 años comenzó a poner su apodo. Su verdadero nombre era Demetrius (su diminutivo Taki)  y 183 era la calle donde vivía (poner el nombre de la calle fue un elemento usado por muchos más escritores). Taki trabajaba como mensajero y viajaba constantemente en el metro de un lado a otro de la ciudad.  En el trayecto estampaba su tag en todos los lados, dentro y fuera del vagón.  Desde las primeras firmas sencillas y sin gusto de TAKI, pasando por una serie de estilos en las siguientes generaciones, los tags evolucionaron de manera considerable pasando por muchas formas y colores, llegando a concebir estilos bastante complejos.  EL grafiti pasa por varias etapas en las que tanto factores externos como la propia actitud de sus integrantes jugarán un papel fundamental en el carácter del movimiento en cada lugar y momento determinados.

… “ sugiere hallar otras vías de inserción de la cultura especializada en la praxis diaria para que ésta no se empobrezca en la repetición de tradiciones…”, con esto Canclini da inicio a su teoría que las culturas actuales se separan cada vez más de las tradiciones  que marcaban a los cánones y como las personas tienen la necesidad de salir de las formas culturales convencionales.  Los artistas sienten la necesidad de indagar dentro de nuevos procesos culturales, pero principalmente tienen la obligación de mostrar a la sociedad cuales son las transformaciones sociales y transgredir con los cánones plantados.

Con lo antes expuesto, nos podemos dar cuenta como las tendencias culturales varían en la modernidad y es en este momento, donde las obras salen de los espacios “tradicionales” de exposición para apropiarse de los espacios públicos.  Los artistas notaron que si quieren comunicarse con públicos masivos en las ciudades contemporáneas, saturadas de mensajes de tránsito, publicitarios y políticos, lo más conveniente sería actuar como diseñadores gráficos.  Y es esto lo que justamente lo que logran los grafitis, mostrarse en los espacios públicos, ser leídos por la ciudadanía. Los grafiteros son artistas, son pintores o son comunicadores que están en las calles mostrando su arte por medio de sus escritos o dibujos.   Son ellos los que se apropian de los territorios, las paredes o las veredas, para mostrar su arte.

“… la diferencia más importante entre los procesos culturales latinoamericanos y los de Estados Unidos no se encuentran en los modos de concebir los vínculos entre tradición y modernidad, sino en las maneras de entender la hibridación respecto de diferentes visiones de la multiculturalidad” (Diaz Ruiz, 2000, p 58).

Esta diferencia básica que prima en la hibridación cultural que tiene América Latina, ya que la cultura de esta sociedad se encuentra más relacionada con lo traído por Europa consecuencia de la conquista, que lo exportado por los Estados Unidos, además se debe tomar en cuenta la migración que existe no solo fuera del país, sino también la migración constante de los espacios rurales a los urbanos.  Por estas razones la hibridación cultural aumenta constantemente, tomando aspectos de las diferentes culturas, tanto internas como externas, para apropiarse de estas y adaptarlas.  Así como nos dice Nederveen Pieterse “… las formas en que la hegemonía  no solamente es reducida, sino reconfigurada en el proceso de hibridación”  (1995 p 57). 

Los grafitis no son un arte creado por nuestra sociedad, pero que sí se ha asimilado de otras culturas que cruzaron fácilmente las fronteras gracias a la necesidad cultural transnacional, convirtiéndose en una cultura popular globalizada plasmada adecuado a las necesidades nuestras.


Fuente:
Diaz I., Cultura en América Latina, Centro Coordinador y Difusor de Estudios Latinoamericanos, México D.F. 2000

LA TECNOCUMBIA

Los años noventa fueron una época de transformaciones; hubo una aceleración de la vida política y los cambios en el contexto internacional impactaron en el país. En el ámbito musical, ya desde mediados de los ochenta ingresaban otros ritmos y vertientes, se evidenció la oleada de nuevas propuestas; el mercado musical se diversificó y la música chicha empezó a compartir su espacio. El Ecuador, inmerso en un contexto de globalización, la cultura local se ha visto influenciada por una dinamización de ciertas creaciones artístico- musicales.  Este proceso influyó en  una serie de cambios y renovaciones: la  música conocida como chicha en el Perú, la música rocolera en Ecuador junto con la influencia de ritmos tropicales colombianos dio origen a la tecnocumbia.   Y es así como a partir de fines de los años noventa hasta la fecha, la chicha amazónica toma la posta, pero esta vez en un nuevo contexto social, cultural y tecnológico inmerso en la globalización.  

Los cambios en el ámbito musical no solo se producen por la inclusión de nuevos equipos musicales acorde con las nuevas tendencias y tecnologías  musicales en reemplazo de los convencionales muchas veces de manufacturación artesanal; sino además, por la atmósfera de nuevas ideas: sensualidad, apertura a otros acordes más actuales, literaturas acordes a la realidad migratoria existente… Esta mixtura de ritmos adquiere un renovado protagonismo en el escenario social propagándose rápidamente  con el aparecimiento de nuevas figuras y otras antiguas provenientes de la canción rocolera. En las últimas décadas ha trascendido los límites nacionales de origen, alcanzando algunos países europeos,  EE.UU, Colombia, Chile, Brasil, Argentina, entre otros. Sus interpretaciones se caracterizan por tratar historias que hablan de dolor, traición y sobretodo migración y desarraigo con las que muchos de los ecuatorianos se sienten identificados, en especial muchos de nuestros compatriotas emigrantes.  Tal es el caso de Delfin Quishpe con su canción las Torres Gemelas, sin tener la intención de ofender de laguna manera la memoria de los fallecidos en este atentado, cuenta una historia con la que varios ecuatorianos se pueden sentir identificados ya que vivieron en carne propia esta tragedia.  El fenómeno de globalización marca su presencia aquí que un acontecimiento ocurrido en Nueva York, afecta la vida de un indígena de Guamote situación que le permite crear dicha melodía.


El fenómeno de la tecnocumbia es interesante y de reelaboración continua entre lo que se adopta o se apropia del exterior con la tradición local, una forma de re-estructurar los cánones simbólicos, re-contextualizarlos en la vida cultural local, produciendo en cambio continuo y aceptado.   Es decir, todo lo que llega a una cultura determinada es necesariamente procesado; toda la información o influencia que llega de afuera se internaliza, se procesa, se apropia, se modifica de una forma dinámica; es así como podemos entender el dinamismo cultural existente, sobretodo en contextos masivos donde la modernidad está dando forma, su propia cultura, su propia visión evidenciando una transformación cultural de la localidad: la transformación de la vida local genera consecuencias de tipo global (Tomlinson citando a Giddens p 29).  


En todo caso la tecnocumbia ecuatoriana estaría marcada, sino de manera exclusiva, al menos en sus orígenes y en gran número, por elementos tradicionales fusionados con elementos “modernos”, lo que no puede dejarse de lado si intentamos una mirada intercultural a esta expresión cultural: “el mundo actual se compone de variaciones de la modernidad resultantes de una infinidad de encuentros entre la modernidad y las tradiciones (...) de ahora en adelante nos vemos abocados a la existencia de modernidades híbridas, locales, mutantes, alternativas o múltiples” (Escobar, 2002 p55).

La tecnocumbia es un bien cultural de consumo masivo, una expresión de interculturalidad que tiene entre una de sus características esa capacidad de entrecruzar, mezclar o hibridar  variedad de elementos culturales tradicionales, modernos, locales, regionales y globales para mezclarlos, fusionarlos y lograr producir música pegajosa para el canto, para ser vista y para ser bailada.  En especial, nuestros países latinoamericanos son resultados del asentamiento, yuxtaposición y entrecruzamiento de tradiciones indígenas, hispano colonial católico y acciones políticas, educativas y comunicacionales modernas.

Fuente:

Escobar A. Ambiente, (post)desarrollo y globalización en América Latina, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República Latino Americano de Ecologia Social, CLAES, Montevideo Mayo 14 de 2008, 04 Oct 2010.

CONCLUSIONES

Todo el globo se ve afectado por la pugna que ejerce silenciosamente la identidad cultural contra la globalización. El mundo híbrido, llamado así por García-Canclini puntualiza ese aspecto dinámico y conflictivo de la nueva sociedad planetaria que construye identidades nuevas, adaptadas a contextos distintos a los de su origen.  El nuevo mundo, o mejor dicho el actual, se refiere al planeta organizado en relación sociedades modernas complejas debido al entrecruzamiento de signos, símbolos y culturas. Es el caso, muy evidente, de Latinoamérica que está compuesta por aquel componente indígena, del movimiento hispánico católico y de las acciones políticas y comunicacionales modernas que afectan también al resto del globo.
García-Cancilini describe esta fusión cultural, como una representación de heterogeneidad multitemporal de la cultura moderna.

La cultura occidental en ciertas áreas ha sido asimilada sin problemas en parte gracias al cine, la televisión, la música y en forma general a los medios de comunicación respaldados por la tecnología existente.  Los jeans, cigarrillos, comida rápida, los fast food, marcas, los nuevos géneros musicales, el idioma y una gran variedad de productos ya son parte de la costumbre ecuatoriana.  No hay duda de que estas mezclas existen desde hace mucho tiempo y se han multiplicado espectacularmente durante el siglo XX logrando cambios importantes.  La cultura he tenido que modificarse ante sus efectos en su significado y en la práctica.

He demostrado con los ejemplos presentados que la hibridación cultural permite que la cultura local incorpore gradualmente las tendencias de la cultura global a fin de preservar la identidad local.  En algunos países en especial Latinoamericanos donde aún es palpable los arraigos culturales y religiosos existentes está generando una hibridación cultural sin que esto signifique el aislamiento de la cultura global, sino una adaptación a las influencias externas